De niña pasaba la mayoría de los sábados en la noche viendo la tele y platicando con mi abuela Beatriz. Uno de esos días, salió un personaje como de mi edad (10 años) enamorado de una chica. Con disgusto, mi abuela pronunció que esas cosas no eran para personas tan jóvenes.
— A ti no te gusta nadie, ¿verdad?
La verdad sí, me atraía un compañero que se había portado muy amable conmigo en esas semanas. Me preguntaba cómo estaba después de actividades en el salón y me acercaba material. No estuve consciente de lo que sentía hasta que mi mejor amiga me preguntó varias veces.
Ella siempre fue más madura que yo en el aspecto social y desde tres años atrás tuvo novio. Hablaba de lo bonito que era tener una relación y los planes a futuro que tenía con él, sonaba muy espectacular.
Ese primer enamoramiento se desvaneció semanas después cuando hizo algo de mi desagrado, pero quedó un fantasma que nunca se fue: una adicción a las ilusiones amorosas.
En secundaria nos enseñaron de la importancia de balancear diferentes elementos en tu vida. Si te apoyabas de solo unos cuántos, tu vida sería un desastre.
Con el tiempo aprendí que esto es como los sentidos: no es tan catastrófico carecer de uno, puedes agudizar el resto y vivir con tranquilidad.
Pero el más problemático, que solemos anteponer sobre el resto, es el amor o relación de pareja. Nos dicen las películas, las canciones, los combos del cine, incluso los seguros médicos; que vamos en grupos de dos.
Hay muchos tipos de amor, pero en este escrito me refiero a la búsqueda por una pareja y los esfuerzos por obtener y mantener una relación con esa persona. También un poco de cómo estas creencias afectaron a mis amistades.
Cierro cada historia con citas de canciones tóxicas. Si las elegí fue porque en algún momento me gustaron, muchas las sigo escuchando, la clave es consumirlas como obras de ficción.
Enamorarme de relaciones imaginarias
Advertencia: spoilers de Harry Potter, que terminó hace más de doce años pero sigue motivando a generaciones a leer.
De adolescente me obsesioné con Harry Potter, más con el personaje de Luna Lovegood. Era sabia, creativa, optimista y no le importaba la validación externa: mi ídolo. Quería que Luna triunfara en la vida y me convertí en shipper (una fanática que quiere que una pareja amorosa en particular ocurra en la obra). Según mi lógica quinceañera, eso significaba que terminara casándose con el protagonista.
Pasé horas en línea haciendo ensayos de por qué se complementaban, discutí con rivales que preferían a otra pareja y, cuando salía un nuevo libro, primero leía el final para saber si iba por el buen camino. No ocurrió, el epílogo habla del final feliz de Harry, quien tuvo familia con otro personaje, y nunca se menciona a Luna.
Fue como si Rowling hubiera cortado conmigo: lloré, hice corajes, grité que le iba a mandar una carta para que supiera todo el daño que estaba haciendo. Empecé a escribirla pero terminó en la basura, junto con mi obsesión por la franquicia.
Rowling se inventó muchas cosas después de publicar, para mí nada de eso cuenta.
Lo malo
Además del tiempo y energía que pude invertir en una actividad más enriquecedora, pienso en las personas que ignoré por mi adicción a Internet.
Lo bueno
Desarrollé habilidades para argumentar, aun cuando me equivoqué con el final. En este tiempo hice amistades en línea y conecté con personas de otros países.
¿Qué aprendí?
Cuando vives de ilusiones, no puedes abrirte a una relación auténtica; pero pude tomar peores decisiones como adolescente para invertir mi tiempo y energía.
No me importa quién eres, de dónde vienes, qué hiciste, mientras me ames.
Backstreet Boys, As Long as You Love Me
Obsesionarme con un amor no correspondido
— Tú y él harían muy buena pareja, sus hijos serían hermosos.
Estaba distraída y no tomé en serio el comentario hasta que me lo repitieron personas más cercanas, sumando sus cualidades: todas notaban que sería un buen novio.
Siempre me agradó su forma de ser pero ni siquiera éramos amigos. En esos momentos estaba paralizada por traumas adolescentes y no estaba lista para una relación. De todas formas, él tampoco fue para acercarse conmigo.
Nos graduamos, pasó un año de no vernos, me sentí más libre y valiente, traté de acercarme a él y resultó en un rechazo rotundo. Seguí insistiendo, con el mismo resultado y sintiéndome peor cada vez, pero decidida porque era una relación por la que valía la pena luchar.
Pasó poco tiempo y una amiga me contó que no sabía qué hacer con un conocido suyo que no podía aceptar un “no”: se hacía nuevas cuentas para tratar de alcanzarla, le enviaba correos y marcaba desde números diferentes: la definición de libro de acosador.
Me di cuenta de lo que estaba haciendo (que afortunadamente nunca llegó al nivel del obsesionado con mi amiga) y lo dejé en paz.
Lo malo
Mi error fue seguir insistiendo después del no rotundo. Después de vivir los dos lados, veo que desde ambos se sufre; lamento haberlo molestado tanto.
Lo bueno
Gané puntos de experiencia con el rechazo, que es gran parte de nuestras vidas. Todas sus formas van a causar dolor, pero algunas son mejores que otras, se puede explorar mucho de este tema.
¿Qué aprendí?
Ante personas en las que aún no confiamos, nos esforzamos por mostrar la mejor versión de nosotros mismos. Cuando cortamos una relación sin conocer a la persona del todo, solo nos quedamos con las cosas buenas y nos es más difícil reconocer que la relación no iba a funcionar.
También aprendí que a nuestro cerebro le cuesta separar la realidad de la fantasía. Necesitamos una desintoxicación, distanciarnos y abandonar un rato las comedias románticas. Sin ser groseros, no es un ataque personal el no corresponderte.
¿No puedes ver que me perteneces? ¿Cómo le duele a mi pobre corazón cada paso que das?
The Police, Every Breath You Take
El efecto “La Bella y la Bestia”
— Esa película dañó a toda una generación de niñas, nos convenció que podíamos convertir a cualquier bestia en un príncipe.
Una conocida me presumió con orgullo su talento para rehabilitar a su novio. Gracias a ella, el muchacho tenía modales en la mesa, se perfumaba, se vestía bien y hasta le traía flores. No quise decirle de mis sospechas que la engañó durante toda la relación.
“El amor todo lo puede” y “el amor duele” son frases muy resonadas. Es fácil creerlo cuando estás dispuesta a ser flexible por una relación, pero no puedes esperar que esa persona haga lo mismo por ti. Si le insistes que deje de fumar, tal vez lo haga por un tiempo, pero va a recaer si no tiene motivación interna.
Traté a amistades y pretendientes como proyectos: estaba segura que con mi apoyo nos íbamos a convertir en mejores versiones de nosotros mismos. En realidad, cuando convives tanto con alguien, ambos llegan a un promedio, absorbiendo cualidades y vicios.
Lo malo
Estaba segura que mi visión del mundo era mejor y me frustraba verlos tomar caminos muy diferentes al mío. Les recriminaba de formas sutiles, acumulando resentimiento que dejaba salir en otros momentos. Con esto solo logré que me ocultaran cosas y se fueran distanciando.
Lo bueno
Descubrí que soy capaz de adaptarme a situaciones que no me imaginaba. Noté mis errores, mejoró mi tolerancia y mi habilidad para definir qué me merezco y qué no.
¿Qué aprendí?
Una mejor moraleja de La Bella y la Bestia es que el mundo se vuelve más tolerable con tu buena energía. Ya más madura, todavía me encanta compartir artículos y aconsejar a mis seres queridos, pero no pongo expectativas en que los vean o sigan. Eso no me quita la emoción de platicar cuando lo hacen.
El truco es hacerte creer que todo esto fue tu idea y que esto es lo que siempre quisiste de la relación.
Kaiser Chiefs, Love Is Not a Competition (But I’m Winning)
Usar a otra persona
Varios acontecimientos recientes me han puesto a pensar si nuestros actos de egoísmo se deben a percibir a las personas como servilletas desechables. Con tanto sufrimiento en el mundo, es mentalmente agotador sentir empatía por todos, pero el extremo opuesto es veneno.
Todos hemos sido egoístas, usado y sido usados, es instintivo. En relaciones, pienso en dos acciones de este tipo:
Primero, saber que le gustas a alguien y aprovecharte de la situación para pedirle favores. Obtuve lo que quise al costo de dañar a alguien que no lo merecía. En ese momento, solo pensé en que él se ofreció y acepté su libro. Me asusté cuando buscó cómo cobrarlo y no supe cómo manejarlo.
Cabe aclarar que no le debes nada a alguien que te ofrece un regalo ni estás obligado a aceptarlo, asumir eso también trae mucho odio.
Segundo, iniciar una relación con alguien cuando todavía te gusta otra persona. En mi caso no llegó a una relación formal y fue positivo darme la oportunidad de abrir mi panorama; lo que estuvo mal fue mantenerlo con ilusiones cuando yo no estaba lista.
Lo malo
Me tomó mucho tiempo perdonar a la persona que se aprovechó de mis sentimientos. En el segundo caso, estuve desperdiciando el tiempo de ambos y complicando el inevitable final.
Lo bueno
Salvo el beneficio a corto plazo, no trae nada bueno usar a las personas; a menos que ambas dejen muy claras sus intenciones y acepten.
¿Qué aprendí?
Ahora, soy más empática y cautelosa, tanto para no lastimar como para no ser lastimada. Es muy fácil aprovecharte de la situación pero trae más mal que bien. Las personas no son animales, mucho menos cosas.
Yo solo no me basto, quédate y lléname su espacio, ¡quédate!
Nek, Laura no está
Ponerme en segundo lugar
Cuando amas a alguien, te dispones a hacer muchos sacrificios por su bienestar. Algunos de estos son necesarios para cualquier relación: ser más flexible con tus horarios y aceptar ir a eventos que no te interesan pero a la otra persona sí.
Estuve enamorada de alguien que me convencía de hacer cosas que no quería. Acciones pequeñas porque el sujeto (dentro de lo que cabe) tenía escrúpulos, pero me hacían sentir incómoda o culpable en ese momento y días después. Me tomó mucho tiempo aprender a decir que no.
A partir del primer “no” se cumplió mi miedo: se fue alejando hasta dejarme de hablar. Primero me dolió mucho, después sentí un gran alivio al darme cuenta de todo lo que estaba sacrificando por mantener a una relación zombi.
Lo malo
Dejar que una persona sea tu centro, por muy buena que sea, hace que desaparezcas. Además que, con su reacción ante el primer negativa, claramente me estaba usando.
Lo bueno
Aunque en esa época no tenía mucho amor propio, el que tenía por mi familia y amigos evitó que tomara malas decisiones graves.
¿Qué aprendí?
Una relación va en dos direcciones y es importante definir los aspectos no negociables. Si tu pareja critica a tus amistades o actividades sin él, piensa de dónde viene el comentario: ¿esas personas te hacen daño o la persona quiere todo tu tiempo libre? Conozco mujeres que dieron su vida por su relación familiar, sus hijos crecieron y se fueron, ahora ven su vida sin sentido.
Si diriges la banda tendré que seguirte, no hay escapatoria para mí, así que comienza a tocar y mantenme bailando en el aire.
Paloma Faith, Play On
Tratar mal a otras mujeres por envidia
Cuando me enteré que mi crush recién salía con otra mujer, la busqué en Facebook, critiqué cada centímetro de su apariencia y cada palabra de sus publicaciones.
A él lo seguí queriendo y tratando de la misma manera, con la esperanza de que terminara su relación para volver a tener una oportunidad.
Nuestro entorno nos puede dar muchos consejos machistas, como:
- Un hombre no puede controlar sus impulsos
- Lo más importante para una mujer debe ser tener una relación
- Por tanto, las relaciones heterosexuales son 100% responsabilidad de la mujer.
En mi cabeza, la culpable de sabotear mi relación era ella. Sentía mucho coraje cada vez que nos cruzábamos y buscaba cualquier excusa para seguirla criticando en conversaciones casuales con mis amigas.
Lo malo
¿Cuántas veces me comparé con las novias de mis ex (reales e imaginarios)? Más de las que quisiera. Puede que me sintiera mejor al encontrar aspectos en los que yo destacaba, pero me estaba imaginando una competencia que desde el principio había perdido.
Lo bueno
Esa competitividad me motivó a cambiar otras actitudes negativas.
¿Qué aprendí?
Viendo todo en retrospectiva, la chica parecía ser muy agradable. El problema, nuevamente, fue que no la estaba viendo como persona. Como género, las mujeres ya tenemos muchas cosas en nuestra contra como para además tratarnos como rivales.
Y puedo entender con qué facilidad puedes tomar a mi hombre, pero no sabes lo que significa para mí, Jolene.
Dolly Parton, Jolene
Salir con compañeros de trabajo
En México, muchos adultos pasamos casi la mitad de nuestro tiempo despiertos en empleos; a veces vemos más a compañeros que a nuestras familias. Tanta convivencia facilita que sientas cariño por personas a quienes nunca te hubieras acercado por iniciativa propia. Esto fue muy valioso, abrió mi panorama a vidas diferentes y me hizo comprender ciertas situaciones.
Sé de parejas que se conocieron ahí y siguen unidas por décadas (y contando). Pero tener citas es como un embudo (solo unas cuantas subirán de nivel) y lo más probable es que en algún momento truenen. ¿Cómo es el ambiente cuando eso pasa?
- Sigues viendo a esa persona casi a diario, prolongando el duelo
- Hablan de eso con sus compañeros y crean tensiones entre todos
- No puedes cortar comunicación por responsabilidades compartidas
- Es una pesadilla colaborar en proyectos, peor cuando una de las partes es inmadura.
Lo malo
Es más difícil rechazar o cortar una mala relación con el miedo de la tormenta que va a traer. Eso te hace aguantar cosas de las que huirías que en un ambiente distinto.
Lo bueno
Tener un grupo de soporte emocional a unos metros de ti es maravilloso. Con el tiempo aprendí a valorar más a mis amistades en el trabajo.
¿Qué aprendí?
Es un riesgo que no quiero volver a tomar, por mi bienestar mental.
Parece que sangramos tanto que no podremos levantarnos, nuestras palabras rasgarán la superficie, como un herida por papel.
Zedd, Papercut
Asumir que estoy rota
— La soledad es canija.
Si pones todo tu valor en tu habilidad por tener una relación estable, es muy fácil que todo se derrumbe.
Unos días pienso que existen muchos hombres con los que podría tener una relación, solo no he conocido a los suficientes. Otros días, que soy muy rara y exigente como para sostener algo estable.
En varios de estos momentos, culpé a mis cualidades y vicios, desde mi apariencia hasta mis pasatiempos. De nuevo, eso de buscar a tus ex y a sus parejas en redes sociales solo trae sufrimiento y creencias falsas.
Lo malo
Al subvalorarme, entré en un círculo vicioso que evitaba que tuviera citas saludables.
Lo bueno
Ante cualquier situación con la que estemos batallando, sea amorosa o no, es bueno evaluar qué es parte de nuestra imaginación, así como qué podemos y queremos cambiar. Pero no con el único propósito de complacer a alguien más.
¿Qué aprendí?
Aunque me sienta realizada en otros aspectos de mi vida, seguirán los días en los que me sienta bien y mal. Es algo que no voy a evitar, pero sí puedo decidir a qué lobo alimentar.
Quise todo lo que nunca tuve, como el amor que viene con luz. Vestí envidia y me odiaba, pero sobreviví.
Sia, Alive
Conclusiones
Reconozco que sigo cayendo en algunos de estos errores, pero cada vez menos. Empecé a escribir esto a principios del mes y dudé mucho si publicarlo o no.
Motivos en contra
- Es muy personal y sigo trabajando en algunas de estas.
- No quiero que se convirtiera en un juego de “adivina quién es”, así que le pido a mis amigos que no me pregunten ni traten de relacionarlo con personas de mi pasado.
- No todas mis experiencias son universales ni deben ser tomadas así. Sé que existen sociópatas con los que sí hay que ser groseros al cortarlos; así como parejas felices que se ven en el trabajo y en su casa.
- Al leer todo por cuarta vez, me di cuenta que puede reforzar el estereotipo de “las mujeres solo se enamoran de los cabrones”. Les recuerdo que estoy hablando de malas decisiones y lo que aprendí con ellas, sin profundizar en detalles de cada caso.
Motivos a favor
- Fue una buena introspección, recordé experiencias que no había tomado en cuenta por años.
- Recuerdo la frustración que sentí en estas situaciones y espero que alguna persona que esté pasando por una relación difícil se sienta menos sola o con alternativas.
- Las experiencias te hacen crecer si reconoces tus errores. Ninguna de esas malas decisiones me mató ni me causó un daño permanente, así que no me arrepiento de vivirlas.
- Puede ser una buena fuente de entretenimiento en medio de la cuarentena.
Actualmente no tengo pareja, pero eso no hace menos valioso mi aprendizaje. Espero que, si nos encontramos, sea alguien a quien ame, que comparta mis valores, me respete y apoye para seguir creciendo en otros aspectos de mi vida.